- Segundo grupo de ejemplos de obsesiones: reemplazo
de representaciones por acciones.
Observación 6. Obsesión de aritmomanía. Una mujer había contraído la necesidad de contar siempre las placas del
parqué, los escalones, etc., cosa que hacía en un estado de angustia ridículo.
Enderezamiento. Había comenzado a contar para distraerse de sus ideas obsedentes (de
tentación). Lo había conseguido, pero la impulsión a contar había remplazado a la
obsesión primitiva.
Observación 7. Obsesión “especulativa”
(manía de cavilación). Una mujer sufría de ataques de esta
obsesión, que sólo cesaban cuando ella estaba enferma, para dejar sitio a
temores hipocondríacos. El tema del ataque era una parte del cuerpo o una
función, por ejemplo la respiración: “¿Por qué hay que respirar? ¿Y si yo no
quisiera respirar?”, etc.
Enderezamiento. Al comienzo había tenido miedo de volverse loca, fobia hipocondríaca
bastante común entre las señoras no satisfechas por su marido, como era su
caso. Para asegurarse de que no estaba por volverse
loca, de que gozaba todavía de su inteligencia,
había empezado a plantearse cuestiones, a ocuparse en problemas serios. Esto la
tranquilizaba al principio, pero con el tiempo este hábito de la especulación
sustituyó a la fobia. Desde hacía más de quince años alternaban en ella
períodos de miedo (patofobia) y de manía de especulación.
Observación 8. Manía de duda. Varios casos mostraron los síntomas típicos de esta obsesión, y se
explicaron muy simplemente. Esas personas habían sufrido o todavía sufrían
obsesiones diversas, y la conciencia de que la obsesión las había perturbado en
todas sus acciones y había interrumpido muchas veces el curso de sus
pensamientos provocaba una duda legítima en la fidelidad de su memoria.
Cualquiera de nosotros verá vacilar su seguridad y estará obligado a releer una
carta o a rehacer una cuenta si su atención fue distraída varias veces durante
la ejecución del acto. La duda es consecuencia asaz lógica de la presencia de
obsesiones.
Observación 9. Manía de duda (hesitación). La muchacha de la observación 4 se había vuelto extremadamente lerda en
todas las acciones de la vida ordinaria, sobre todo es su toilette. Le demandaba horas anudarse los cordones
de los zapatos o asearse las uñas de las manos. Daba como explicación que no
podía hacer su toilette ni mientras
la preocupaban los pensamientos obsedentes ni inmediatamente después, de suerte
que se había acostumbrado a esperar un tiempo determinado tras cada retorno de
la idea obsedente.
Observación 10. Manía de duda, temor a los
papeles. Una joven que había sufrido escrúpulos
luego de haber escrito una carta, y que por ese mismo tiempo hacía un bollo con
todos los papeles que veía, explicó esto confesando un amor que antaño no quiso
revelar. A fuerza de repetirse de continuo el nombre de su bienamado, la asaltó
el miedo de que ese nombre se hubiera deslizado bajo su pluma, de que lo
hubiera trazado sobre algún pedazo de papel en uno de sus momentos de
ensimismamiento.
Observación 11. Misofobia. Una mujer se
lavaba las manos cien veces por día y sólo tocaba los picaportes de las puertas
con el codo.
Enderezamiento. Era el caso de Lady Macbeth.
Los lavajes eran simbólicos y estaban destinados a sustituir por la pureza
física la pureza moral que lamentaba haber perdido. Se atormentaba con
remordimientos por una infidelidad conyugal cuyo recuerdo había decidido
expulsar. Se lavaba también los genitales. (Págs. 78-79-80)
II. ANÁLISIS DE LAS FOBIAS.
Como se señalo al
comienzo; la característica principal de las fobias es la especificidad del
estado emotivo que expresan: Angustia/Ansiedad.
Para Freud este
estado emotivo especifico, si bien se origina también en la vida sexual; no
proviene de una idea inconciliable, si no del proceso biológico endógeno como
tal.
Su etiología específica es la acumulación de
la tensión genésica, provocada por la abstinencia o la irritación genésica
frustránea (para expresar con una fórmula general el efecto del coito
interrumpido, de la impotencia relativa del marido, de las excitaciones sin satisfacción
de los novios, de la abstinencia forzada, etc.). (Pág. 82)
Como este proceso –de
acumulación de tensión genésica frustránea- es el que caracterizará en
desarrollos posteriores la delimitación etiológica de lo que será llamado
“neurosis de angustia”, las fobias son vistas aquí como una manifestación de
esta nueva entidad.
Es en esas condiciones, extremadamente
habituales (sobre todo para la mujer) en la sociedad actual, que se desarrolla
la neurosis ansiosa de la cual las fobias son una manifestación psíquica. (Pág.
82)