jueves, 8 de marzo de 2012

ESTUDIOS SOBRE LA HISTERIA (1895)


SOBRE EL MECANISMO PSÍQUICO DE FENÓMENOS HISTÉRICOS: COMUNICACIÓN PRELIMINAR (1893)

“Estudios sobre la histeria” considerada por muchos la obra fundacional del psicoanálisis, puede a su vez considerarse como nacida de un caso clínico; El caso Anna O. y especialmente de una observación hecha en aquel caso, que la misma paciente denominaría como: “cura de conversación”:

Que los síntomas histéricos singulares desaparecían enseguida y sin retornar cuando se conseguía despertar con plena luminosidad el recuerdo del proceso ocasionador, convocando al mismo tiempo el afecto acompañante, y cuando luego el enfermo describía ese proceso de la manera más detallada posible y expresaba en palabras el afecto. (Pág. 32)

Los pormenores del caso Anna O. los abordaremos más adelante tal y como se hace en el texto.

De lo que se trata aquí en esta primera parte de la sección teórica que es la “comunicación preliminar”; es el señalar el nuevo enfoque de estudio sobre la histeria que estos dos hombres –Freud y Breuer- estaban promoviendo animados por sus observaciones clínicas: La cuestión del “ocasionamiento psíquico” de la histeria.

1. 1. Del enfoque descriptivo de la histeria hacia un enfoque explicativo –enfoque del ocasionamiento psíquico-.

Movidos por una observación casual, desde hace una serie de años investigamos, en las más diversas formas y síntomas de la histeria, su ocasionamiento: el proceso en virtud del cual el fenómeno en cuestión se produjo la primera vez, hecho este que suele remontarse muy atrás en el tiempo. (Pág. 29)

Los conocimientos sobre la histeria que para aquella época heredaba Freud, eran unos conocimientos centrados más en la descripción –el reconocimiento y clasificación de sus síntomas-, que en la explicación –el proceso causal-.

Esta situación resulta comprensible a la luz de la gran resistencia que por siglos mostro la histeria a ser contenida en causas fijas, lo que le significo finalmente aquella aura de superstición –la histeria como posesión demoniaca- y prejuicio –la histeria como trastorno exclusivamente femenino, también como simulación- que la acompaño constantemente.

La consolidación del enfoque clínico-descriptivo de la histeria se encuentra ligada de manera especial a los esfuerzos del neurólogo francés Jean Martin Charcot, quien los traduciría al modelo de las cuatro fases del ataque histérico. Sin embargo, más que esta tipología, son otras las observaciones hechas por Charcot sobre la histeria, las que marcaran hondamente el pensamiento del joven Freud:

i) La designación de la histeria como una enfermedad del sistema nervioso. Con esto no sólo se superaba el sesgo sexista que arrastro por tanto tiempo y que se condensaba en la raíz griega de su nombre que designaba el útero, sino que al ser el sistema nervioso un objeto legítimo de la ciencia, se le otorgaba igualmente a la histeria legitimidad como objeto de estudio.

ii) La introducción de la noción de histeria traumática. Tal noción insinuaba en el origen de la histeria a un suceso externo con capacidad de conmoción –aunque para Charcot, este sólo actué de manera auxiliar ya que se inclinaba por la hipótesis de una predisposición orgánica en la base de la histeria-.

iii) Las experiencias con la hipnosis y la histeria. Los numerosos experimentos que realizo Charcot sirviéndose de la hipnosis para crear o eliminar artificialmente síntomas histéricos, subrayarían para Freud la relación entre síntomas y representaciones, paso crucial para una interpretación psicológica de la histeria.

Hacia una concepción determinista de lo psicológico: el establecimiento del nexo causal entre síntoma y suceso.

Plantear el estudio de la histeria en términos de su “ocasionamiento” y no sólo de la descripción y la clasificación de sus síntomas sugiere inmediatamente la necesidad de concentrarse en la dimensión psicológica ya que el suceso ocasionador la mayoría de las veces es concebido aquí como "vivencia del sujeto", y como vivencia, se encuentra remitida a su pasado por el devenir inexorable del tiempo, persistiendo ahora sólo en la forma de representación, es decir, como recuerdo o reminiscencia.

De ahí la célebre frase:

El histérico padece la mayor parte de reminiscencias. (Pág.33)

De igual forma, plantear el estudio de la histeria en términos de su “ocasionamiento” significa también adscribirse al principio determinista tan estimado por las ciencias naturales de hablar en términos de la existencia de nexos causa/efecto entre los fenómenos, en este caso, entre síntomas y sucesos del sujeto existentes ya como representación.

Freud resalta dos tipos de nexo causal para la psicología:

i) Un nexo nítido (el cual compartimos con las demás ciencias).

El nexo suele ser tan claro que es bien visible cómo el suceso ocasionador produjo justamente este fenómeno y no otro. (…)

Un afecto dolorido, generado en el curso de una comida, pero sofocado, produce luego náuseas y vómitos, y esos últimos duran meses como vómitos histéricos. (Pág. 30)

ii) Un nexo simbólico (el cual pertenece propiamente a la psicología).

En otros casos, el nexo no es tan simple; sólo consiste en un vínculo por así decir simbólico entre el ocasionamiento y el fenómeno patológico, como el que también las personas sanas se forman en el sueño… (Pág. 31)

Introducción y extensión del concepto de trauma histérico.

En lo sucesivo el concepto de “suceso ocasionador” se nos presentara bajo la forma del concepto de “trauma psíquico”.

Los traumas psíquicos se entienden como originados de dos maneras:

i) Por el contenido mismo del suceso, es decir, como una vivencia que nos suscita; “Los afectos penosos del horror, la angustia, la vergüenza, el dolor psíquico…” (Pág. 31)

A su vez, esta forma de trauma psíquico resulta responsable de dos tipos de histeria; La histeria Traumática (causada por un único suceso de gran impacto) y La histeria corriente (causada por la sumatoria de pequeños sucesos o “Historia de padecimientos”).

ii) Por un estado especial de la psiquisCondition seconde o conciencia segunda- que independientemente de los contenidos de los sucesos, los transforma en traumáticos por conservarlos con su carga afectiva intacta al margen de la conciencia.

Esta forma de trauma psíquico seria la responsable del tipo de histeria denominada; Histeria por predisposición o Histeria hipnoide.

Dos características principales del trauma psíquico como contenido de la histeria.

i) La situación marginal –amnésica- de los recuerdos traumáticos.

Los enfermos no disponen de estos recuerdos como disponen del resto de su vida. Al contrario, estas vivencias están completamente ausentes de la memoria de los enfermos en su estado psíquico habitual, o están ahí presentes sólo de una manera en extremo sumaria. (Pág. 35)

ii) Actualidad de los recuerdos traumáticos.

Los recuerdos traumáticos no actúan como causas que desaparecen después de generado el efecto –el síntoma histérico-, sino que por el contrario, se mantienen como causas vigentes –permanentes, actuales- a su efecto, a pesar de su condición marginal de la conciencia.

El nexo causal del trauma psíquico ocasionador con el fenómeno histérico no es tal que el trauma, como agent provocateur {agente provocador}, desencadenaría al síntoma, el cual subsistiría luego, ya devenido autónomo. Antes bien, debemos aseverar que el trauma psíquico, o bien el recuerdo de él, obra al modo de un cuerpo extraño que aun mucho tiempo después de su intrusión tiene que ser considerado como de eficacia presente… (Pág.32)

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