martes, 10 de julio de 2012

ESTUDIOS SOBRE LA HISTERIA ( XI ) - Historiales Clínicos.


4. CASO KATHARINA.

I. EXPOSICIÓN DEL CASO.

Método usado: Conversación informal.

Tiempo: una tarde.

Sintomatología: sensación de ahogo –“Me falta el aire; no siempre, pero muchas veces me agarra que creo que me ahogaré”-.

Opresión en los ojos, pesadez en la cabeza – martilla y martilla-.

Mareo –“tanto que creo que me voy a caer”-.

Angustia –“Siempre creo que me voy a morir”; “Siempre creo que alguien está detrás y me agarrará de repente”-. (Págs. 141, 142)


Dos preguntas esenciales para el análisis:
i)           Indagar siempre sobre las ideas o imágenes que acompañan a los ataques o síntomas.
“¿Piensa usted siempre lo mismo, o ve algo frente a sí cuando tiene el ataque?”.
“Sí, siempre veo un rostro horripilante; me mira tan espantosamente; yo le tengo miedo”.
ii)          Indagar siempre sobre la ocasión en que se produjo el primer ataque o síntoma.
“¿Sabe usted de donde provienen sus ataque?”.
“¿Cuándo los tuvo por primera vez?”.  (Pág. 142)


Hipótesis de trabajo: relación entre la angustia en jóvenes y las revelaciones sexuales.
Ya en el caso numero 2 de estos historiales clínicos, Freud señalaba superficialmente la existencia de un vínculo entre la angustia como síntoma neurótico y la sexualidad cuando suponía que la escisión de la conciencia  que determino la histeria de Emmy se operaba por la represión (abstinencia) que ejercía sobre su vida sexual.

Aquí, afirma que los sujetos virginales se encuentran especialmente vulnerables a desarrollar un estado de angustia si la revelación de lo sexual se les daba de improviso, violentamente, o en una palabra; sin una preparación adecuada.
Harto a menudo había discernido la angustia en muchachas jóvenes como una consecuencia del horror que invade a un ánimo virginal cuando el mundo de la sexualidad se le abre por primera vez. (Págs. 142, 143)
                       
Es pues, esta hipótesis la que utiliza Freud para agilizar en el análisis de Katharina.


II. ANÁLISIS.

Primera serie de recuerdos:
Cuando se le pide a Katharina referir las circunstancias que rodearon la aparición de su primer ataque de angustia –con la insinuación por parte de Freud de que lo que buscaban es algo que le había resultado muy embarazoso-; ella relata como más o menos dos años atrás había descubierto a su tío –en una nota a pie de página de ediciones posteriores se revela que realmente era su padre- acostado sobre la empleada de la posada que la familia regentaba.
“Al punto me he apartado de la ventana, me he apoyado en la pared y me entró la falta de aire que desde entonces tengo; se me nubló el entendimiento, sentí un peso sobre los ojos y en la cabeza me martillaban y todo bullía”. (Pág. 144)


Segunda serie de recuerdos:
Cuando se le indago por lo que pensó o sintió en aquel momento, Katharina se retrotrae  a recuerdos mucho más antiguos donde lo que vio aquella tarde, ella misma lo había sufrido con su tío (padre) que en diferentes oportunidades se le insinuó sexualmente sin ella comprenderlo del todo en aquella época.
Cómo cierta vez hace con él una excursión al valle, y allí pernocta en la posada. El se quedó bebiendo y jugando a las cartas en el salón, a ella le vino sueño y se fue temprano a la habitación que les habían asignado a ambos. No dormía muy profundamente cuando él subió; después se volvió a dormir, y de repente se despertó y “sintió su cuerpo” en la cama. Se levantó de un salto y le hizo reproches: “¿Qué haces tío? ¿Por qué no te quedas en tu cama?”. El intentó engatusarla: “Anda, muchacha tonta, quédate quieta; tú no sabes qué bueno es eso”. –“No me gusta lo bueno de usted, ni siquiera dormir la dejan a una”. Permaneció de pie junto a la puerta, lista para escapar al pasillo, hasta que él desistió y se durmió a su vez. Entonces ella se metió en la cama y durmió hasta la mañana. (Pág. 145)


III. MECANISMO PSÍQUICO.

Freud aduce que la primera serie de recuerdo relatada (la escena de copulación) activo el significado oculto de las series de recuerdos más antiguas y con este significado revelado se origina una reacción histérica.
Llevaba dentro de sí dos series de vivencias que ella recordaba, pero no entendía ni valorizaba en conclusión ninguna; a la vista de la pareja copulando se estableció al instante la conexión de la impresión nueva con esa dos series de reminiscencias; empezó a comprender y, al mismo tiempo, a defenderse. (Pág. 146)

Aunque en un comienzo se establece a la ignorancia de la joven como la responsable del aislamiento de sus recuerdos;
La causa del aislamiento no es, como en el caso 3, la voluntad del yo, sino la ignorancia del yo, que aún no sabe qué hacer con unas experiencias sexuales.

Freud, sin embargo, deja abierta la posibilidad de que esas experiencias tempranas sólo sean “pre-sexuales  en apariencia –es decir, que no hay tal ignorancia o cesamiento de lo sexual por parte del infante-  y que el mecanismo activo en la histeria virginal de nuevo sea el de la defensa.
En este lugar manifestaría la duda de que la escisión de la conciencia por ignorancia se pueda diferenciar realmente de la producida por desautorización conciente, y de que los adolescentes no posean un conocimiento sexual con frecuencia mucho mayor del que se sospecharía en ellos y del que ellos mismos se atribuyen. (Pág. 149)