2. CASO EMMY VON N.
I. SINTOMATOLOGÍA
Emmy Von N. paciente
de 40 años. Aunque manifiesta un intermitente dolor en la pierna derecha que de
vez en vez también suele irradiarse a la zona ovárica, la extremidad superior
de ese mismo lado, la espalda y el cuello, se establece que su sintomatología
principal se concentra en lo psíquico bajo la forma de frecuentes
alucinaciones y una intensa y prolongada sensación de angustia.
Adicionalmente, la
paciente muestra un desbordado recelo y
sobresalto hacia los extraños, un tic como chasquido con la lengua y desordenes
alimenticios.
II. TRATAMIENTO
El tratamiento que se
ofrece a la paciente es una mezcla de; baños, masajes, dieta y sugestión
hipnótica.
La sugestión
hipnótica es utilizada aquí por Freud de dos maneras distintas:
i) Como sugestión directa: ordenes que buscan la reconvención de la paciente
sobre sus síntomas –restarles importancia- , o especialmente decretar que los
borre de su memoria.
No sólo le borro el recuerdo plástico, sino
que le revoco la reminiscencia entera de su memoria, como si nada de eso
hubiera sucedido. (Pág. 82)
ii) Como exploración mnémica (uso devenido del método
catártico de Breuer): Ampliación
de la memoria del paciente para que logre dar cuenta –y por medio de la
declaración descargue el afecto latente del recuerdo- de los sucesos que están
en el origen de sus síntomas.
Es este segundo uso
de la hipnosis el que aplicado a los contenidos de las alucinaciones de la
paciente el que conlleva a que ella narre 4 series de recuerdos “traumáticos”,
donde la última de las series se revela como esencial en la detonación de la
histeria:
Serie 1; Sustos por animales y cadáveres.
“Primero a los cinco años; mis hermanitos
solían arrojarme animales muertos. Entonces tuve el primer ataque de desmayo
con convulsiones, (…) después, a los siete años, cuando de improviso vi a mi
hermana en el sarcófago; luego a los ocho, cuando mi hermano me asustaba
envuelto en una sabana como un fantasma; y también a los nueve años, cuando vi
a mi tía en el sarcófago y de pronto se le cayó la mandíbula inferior”. (Pág.
75)
Serie 2; Miedo
relacionado a la locura, los manicomios y a la muerte.
Como vio (a los quince años) llevar a su
prima al manicomio; quiso pedir auxilio pero no pudo y perdió el habla hasta el
atardecer de ese día. (…) relata que su propia madre pasó algún tiempo en el
manicomio. Cierta vez tuvieron una criada cuya patrona anterior había estado en
el manicomio un lapso prolongado, y solía contarle terroríficas historias de
cómo ataban a los enfermos a unos asientos y ahí los zurraban, etc. (…)
Cómo (a los quince años) halló a su madre
tendida en el suelo por un ataque de apoplejía, a pesar del cual vivió cuatro
años más; y cómo, a los diecinueve años, regresó cierta vez a la casa y hallo
muerta a su madre con el rostro deformado. (…)
Cómo a los diecinueve años, al levantar una
piedra, halló debajo un sapo, tras lo cual perdió el habla durante horas. (Pág.
77)
Serie 3; Sobresaltos.
Cómo cuidaba a su hermano enfermo y él a
consecuencia de la morfina sufría crudelísimos ataques en los que la
aterrorizaba y atrapaba. (…)
Cómo tenían en casa a un amigo a quien le
gustaba deslizarse inadvertido en el dormitorio para surgir de repente; cómo,
muy enferma tras la muerte de su madre, fue a un sitio de restablecimiento y
allí una enferma mental, por error, se llego varias veces a su habitación y
hasta su cama; y por último, cómo en su viaje desde Abbazia hasta aquí un
extraño abrió de repente, en cuatro oportunidades, la puerta de su
compartimiento en el tren, y ella todas las veces lo miró petrificada. Tanto se
aterrorizó que llamó al guarda. (Págs. 80-81)
Serie 4; La muerte del esposo, el resentimiento a su
hija menor y la posterior persecución de los parientes de su marido.
Cómo ellos –ella y su esposo- estaban en un lugar
de la Riviera, que ambos amaban mucho, y pasaban por un puente y a él le
sobrevino de pronto un espasmo de corazón, se desplomó de repente, estuvo ahí
tendido unos minutos como sin vida, pero después se levantó ileso. Cómo
después, durante su puerperio por la pequeña, el marido, que desayunaba en una
mesilla ante su cama y leía los periódicos, de pronto se puso de pie, la miró
de una manera peculiar, dio algunos pasos y cayó muerto al piso. (Pág. 82)
Por tres años ha odiado a la niña, porque
siempre se decía que habría podido cuidar a su marido hasta que sanase de no
haber guardado cama a causa de ella. (Pág. 84)
Los parientes de él, que siempre se
opusieron al matrimonio y después le cobraron inquina de verlos vivir con tanta
dicha, habían propagado el infundio de que ella lo envenenó,… (Pág. 84)
III. DESCRIPCIÓN DEL CARÁCTER DE LA PACIENTE.
La eficacia con que
la paciente llevaba las responsabilidades propias de su status; sus negocios y
relaciones sociales, son señales de sus sobresalientes aptitudes intelectuales
y la energía de su voluntad, sin embargo, en la intimidad demostraba ciertos
vacios en su carácter que podrían estar en la raíz de su enfermedad:
i) Hipersensibilidad moral: severidad para consigo misma, escrupulosidad excesiva,
tendencia a reprocharse duramente a la más mínima negligencia e inclinación a
menospreciarse.
ii) Carácter apasionado: y sin embargo, ausencia de alusiones a una vida sexual
activa.
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