jueves, 14 de junio de 2012

ESTUDIOS SOBRE LA HISTERIA ( VII ) - Historiales clínicos.


2. CASO EMMY VON N.


I. SINTOMATOLOGÍA
Emmy Von N. paciente de 40 años. Aunque manifiesta un intermitente dolor en la pierna derecha que de vez en vez también suele irradiarse a la zona ovárica, la extremidad superior de ese mismo lado, la espalda y el cuello, se establece que su sintomatología principal se concentra en lo psíquico bajo la forma de frecuentes alucinaciones y una intensa y prolongada sensación de angustia.
Adicionalmente, la paciente muestra un desbordado  recelo y sobresalto hacia los extraños, un tic como chasquido con la lengua y desordenes alimenticios.


II. TRATAMIENTO
El tratamiento que se ofrece a la paciente es una mezcla de; baños, masajes, dieta y sugestión hipnótica.

La sugestión hipnótica es utilizada aquí por Freud de dos maneras distintas:

i) Como sugestión directa: ordenes que buscan la reconvención de la paciente sobre sus síntomas –restarles importancia- , o especialmente decretar que los borre de su memoria.

No sólo le borro el recuerdo plástico, sino que le revoco la reminiscencia entera de su memoria, como si nada de eso hubiera sucedido. (Pág. 82)

ii) Como exploración mnémica (uso devenido del método catártico de Breuer): Ampliación de la memoria del paciente para que logre dar cuenta –y por medio de la declaración descargue el afecto latente del recuerdo- de los sucesos que están en el origen de sus síntomas.

Es este segundo uso de la hipnosis el que aplicado a los contenidos de las alucinaciones de la paciente el que conlleva a que ella narre 4 series de recuerdos “traumáticos”, donde la última de las series se revela como esencial en la detonación de la histeria:

Serie 1; Sustos por animales y cadáveres.
“Primero a los cinco años; mis hermanitos solían arrojarme animales muertos. Entonces tuve el primer ataque de desmayo con convulsiones, (…) después, a los siete años, cuando de improviso vi a mi hermana en el sarcófago; luego a los ocho, cuando mi hermano me asustaba envuelto en una sabana como un fantasma; y también a los nueve años, cuando vi a mi tía en el sarcófago y de pronto se le cayó la mandíbula inferior”. (Pág. 75)


Serie 2; Miedo relacionado a la locura, los manicomios y a la muerte.
Como vio (a los quince años) llevar a su prima al manicomio; quiso pedir auxilio pero no pudo y perdió el habla hasta el atardecer de ese día. (…) relata que su propia madre pasó algún tiempo en el manicomio. Cierta vez tuvieron una criada cuya patrona anterior había estado en el manicomio un lapso prolongado, y solía contarle terroríficas historias de cómo ataban a los enfermos a unos asientos y ahí los zurraban, etc. (…)

Cómo (a los quince años) halló a su madre tendida en el suelo por un ataque de apoplejía, a pesar del cual vivió cuatro años más; y cómo, a los diecinueve años, regresó cierta vez a la casa y hallo muerta a su madre con el rostro deformado. (…)
Cómo a los diecinueve años, al levantar una piedra, halló debajo un sapo, tras lo cual perdió el habla durante horas. (Pág. 77)


Serie 3; Sobresaltos.
Cómo cuidaba a su hermano enfermo y él a consecuencia de la morfina sufría crudelísimos ataques en los que la aterrorizaba y atrapaba. (…)

Cómo tenían en casa a un amigo a quien le gustaba deslizarse inadvertido en el dormitorio para surgir de repente; cómo, muy enferma tras la muerte de su madre, fue a un sitio de restablecimiento y allí una enferma mental, por error, se llego varias veces a su habitación y hasta su cama; y por último, cómo en su viaje desde Abbazia hasta aquí un extraño abrió de repente, en cuatro oportunidades, la puerta de su compartimiento en el tren, y ella todas las veces lo miró petrificada. Tanto se aterrorizó que llamó al guarda. (Págs. 80-81)


Serie 4; La muerte del esposo, el resentimiento a su hija menor y la posterior persecución de los parientes de su marido.
Cómo ellos –ella y su esposo-  estaban en un lugar de la Riviera, que ambos amaban mucho, y pasaban por un puente y a él le sobrevino de pronto un espasmo de corazón, se desplomó de repente, estuvo ahí tendido unos minutos como sin vida, pero después se levantó ileso. Cómo después, durante su puerperio por la pequeña, el marido, que desayunaba en una mesilla ante su cama y leía los periódicos, de pronto se puso de pie, la miró de una manera peculiar, dio algunos pasos y cayó muerto al piso. (Pág. 82)

Por tres años ha odiado a la niña, porque siempre se decía que habría podido cuidar a su marido hasta que sanase de no haber guardado cama a causa de ella. (Pág. 84)
Los parientes de él, que siempre se opusieron al matrimonio y después le cobraron inquina de verlos vivir con tanta dicha, habían propagado el infundio de que ella lo envenenó,… (Pág. 84)


III. DESCRIPCIÓN DEL CARÁCTER DE LA PACIENTE.
La eficacia con que la paciente llevaba las responsabilidades propias de su status; sus negocios y relaciones sociales, son señales de sus sobresalientes aptitudes intelectuales y la energía de su voluntad, sin embargo, en la intimidad demostraba ciertos vacios en su carácter que podrían estar en la raíz de su enfermedad:

i) Hipersensibilidad moral: severidad para consigo misma, escrupulosidad excesiva, tendencia a reprocharse duramente a la más mínima negligencia e inclinación a menospreciarse.

ii) Carácter apasionado: y sin embargo, ausencia de alusiones a una vida sexual activa.

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